«Traída de aguas» en Ávila desde las Hervencias (3 de 3) – junio 2025

«Agua de traída» se refiere al agua que se lleva a un lugar específico a través de tuberías o canales, en contraste con el agua que se obtiene directamente de un pozo, manantial, río u otra fuente natural.

Álbum de fotos: Javier Hernández y colaboraciones.

Mapa interactivo en My Maps de Google: Producción propia.

• Recomendamos estas lecturas antes: artículo 1 y artículo 2

Junio 2025. Soy de 1961, con la etiqueta que los tiempos modernos nos ha puesto —boomer—, y los de mi generación en Ávila teníamos claras dos cosas. Una, que no hacía falta regresar a casa para calmar la sed —si ibas a casa ya no salías más—, pues conocíamos de memoria dónde estaban las fuentes. Y la otra era, que siempre estaban las calles levantadas debido a las averías de las conducciones de agua.

Juegos de infancia

Vivíamos en el Barrio de la Toledana, uno de los barrios más al sur y más bajos de la ciudad. Después de nuestro arrabal no había nada, ni casas, ni carreteras, ni… Sólo campo y el Río Chico, quien marcaba la frontera del territorio que no debíamos cruzar.

Al salir del colegio por la tarde íbamos en tropel a jugar en los terraplenes que los obreros habían formado con la tierra excavada de unas grandes zanjas. Las edificaciones proyectadas para un futuro inmediato eran las causantes de esos enormes montones de tierra húmeda que servían para nuestro «rey de la montaña«.

Sólo los más atrevidos intentaban saltar las enormes grietas abiertas en el suelo, donde se colocarían los tubos de cemento para las nuevas canalizaciones de las aguas. Las roturas eran frecuentes y eso obligaba a realizar continuas obras en nuestro patio de juegos.

La casualidad ha querido que hoy, en 2025, sigan siendo noticia este tipo de reparaciones, tan necesarias para continuar con la domesticación del agua.

Contexto histórico

Recordemos que en el reinado de Felipe II —siglo XVI—, demandado por las costumbres de los Austrias, la nobleza abulense sufraga gran parte de los costes de la primera traída de aguas de las Hervencias.

En siglo XVIII, durante el reinado de Felipe V, se revitaliza la utilización de las casetas de registro del agua —arcas— como continuación de las obras iniciadas en 1520, época de la Reina Juana (he dejado de utilizar el inmerecido adjetivo).

Si nos centramos en el siglo XIX, el mapa de Ávila dibujado por Francisco Coello, en 1864, representa claramente la existencia de un acueducto cerca del Convento de las Clarisas o de «Las Gordillas» —inaugurado en 1557—. También es mencionado esta conducción arcada en el estudio que en 1872 realizó el ingeniero de minas Luis de la Escosura.

Ya en el siglo XX, la revista Blanco y Negro contiene un artículo con el título «Ávila. Una mejora necesaria» que documenta la importancia de modernizar y mejorar las infraestructuras necesarias clave para la ciudad de Ávila en lo referente a la traída de aguas.

Existen varias fotografías donde se puede observar a las autoridades civiles y municipales visitando las obras del depósito de abastecimiento. En el dintel de la puerta vemos grabada la fecha de 1926-1929.

Trabajo de campo

Como dijimos en el primer artículo, fue la charla de Rosa Ruíz Entrecanales quien nos metió en el cuerpo el gusanillo de conocer las antiguas construcciones hidráulicas —»…hubo unas 40 casetas, algunas de 1520…»— que podrían estar diseminadas entre el jardín de San Antonio y el Cerro Hervero.

Con ánimo de practicar el #SenderismoFácil que siempre recomendamos en este blog, nos pusimos la tarea de buscarlas y fotografiar las que quedasen en pie.

El tiempo que llevamos dedicado al proyecto nos ha permitido saber cada vez más de su pasado y de su completo olvido. Como ejemplo citaremos que en 2003, con la urbanización de la zona del Tiro de Pichón y la creación de la carretera Avenida de Europa, ya se mencionaba en el Plan Parcial la existencia de algunas de estas casetas —»…la primitiva conducción de agua de las Hervencias, catalogadas con protección integral.»— sin que se haya hecho gran cosa por ellas.

Las actuaciones permitidas, decían los pliegos correspondientes, eran su mantenimiento, consolidación y recuperación. Pero lo único que se ha realizado en estas arquetas de piedra correspondientes a las antiguas fuentes, captaciones y conducciones de agua de la ciudad ha sido protegerlas «creando un entorno de espacio libre de uso público». ¡Chim pum!

Nuestra contribución

Un grupo de entusiastas de este tema, con mi amigo Luis Pelayo como principal colaborador, nos hemos dedicado a fotografiar cada una de las casetas que hemos ido encontrando en nuestros habituales paseos —senderismo fácil, vaya—

Yo le contaba lo que iba aprendiendo y él me animaba a documentar aún más este tema. Así unimos a las fotos de las casetas las de las fuentes públicas, las de fuentes ornamentales, manantiales que sabíamos de su existencia dentro de alguna propiedad privada…

Creamos un mapa interactivo en My Maps de Google donde a día de hoy seguimos añadiendo los elementos relacionados con este tema y que vamos encontrando.

Al hacerlo en nuestro tiempo libre, la obra ha ido aumentando poco a poco, sin darnos cuenta, alcanzado una dimensión importante. Además, tenemos unas cuantas anécdotas para contar sobre cómo hemos conseguido realizar algunas fotos. Siempre pidiendo permiso a los titulares de la propiedad. Por ejemplo, cuando Alfonso Martín nos invitó a entrar en su tienda para fotografiar los restos del acueducto que pasan por el patio interior de la finca.

Todos los artículos deben tener un final, que no nuestro trabajo. Cuando comenzamos a escribir sobre este tema no sabíamos que tendríamos material suficiente para tres artículos. Y eso que no hemos hablado de los embalses que abastecen actualmente de agua a nuestra ciudad.

Pero como estamos esperando a que comiencen las obras del tan necesitado «tanque de tormentas», quizá sea ese el momento de retomar esta sección.

De momento es todo. Disfrutad del álbum de fotos, del mapa interactivo y, si os apetece, contadnos en la sección Comentarios algo relaativo a este tema. Con mucho gusto lo leeremos y os contestaremos.

De momento es todo. ¡Cuidado con el manganeso! 😉