¡Bienvenidos al Real Monasterio de Santo Tomás en Ávila! Hoy exploramos un fenómeno fascinante que ocurre en esta fecha, justo con el comienzo de la estación otoñal.
Álbum de fotos: Javier Hernández y colaboraciones.
Septiembre 2025. Un año después, regresamos a este magnífico monasterio Patrimonio de la Humanidad y joya del gótico español. Queríamos dejar constancia gráfica de un fenómeno sorprendente que se produce coincidiendo con el equinoccio de otoño. Gracias a los padres Javier, Ángel y Manuel que han sido muy amables al dejarnos movernos libremente por el edificio en busca de las mejores fotografías.
«…a las puertas de un nuevo otoño…»
Este año queremos disfrutar con todo detalle de los momentos previos a la entrada de una nueva estación astronómica. Se trata del inicio del otoño en el hemisferio norte, definido por el instante en que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el centro del Sol cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el sur. Cuando esto sucede, la duración del día y la noche prácticamente coinciden. A esta circunstancia se la llama también equinoccio de otoño —22 de septiembre de 2025, 20:19h GMT +2—
«…el sol bendice las piedras del templo…»
En esta fecha se da un fenómeno óptico muy especial en el Real Monasterio de Santo Tomás en Ávila. Como la entrada principal del templo está perfectamente orientada hacia el oeste, quedando el ábside orientado hacia el este para la correcta celebración del culto, permite así iluminar el coro y la iglesia con los rayos del sol de la tarde.
Esto es posible gracias al gran rosetón —óculo— situado en un punto estratégico de la fachada, permitiendo la penetración de la luz natural y creando un ambiente espiritual y simbólico en el interior del templo. El haz de luz que atraviesa esta ventana circular llega hasta el retablo mayor, decorado por el pintor palentino Pedro Berruguete, en 1494.



«…la oración es un resplandor casi líquido…»
Al colarnos en el coro, nos sorprende cómo la luz del atardecer se filtra por el rosetón bañando la madera de los sitiales y resaltando los vivos colores del nogal con que están construidos. A finales del siglo XV, el edificio fue levantado bajo la dirección de Martín de Solórzano, y la sillería del coro lleva la firma de Martín Sánchez de Valladolid.
No es casual que cada tarde los rayos del sol muestren un escenario cambiante al incidir sobre la madera y la piedra. Seguro que estuvo en la intención de sus diseñadores el recrear un ambiente lleno de espiritualidad, jugando con las sombras que proyectan los adornos de la sillería sobre sus propios respaldos. Un acto cotidiano y fugaz en medio de la vida monástica.



«…la luz y el arte abrazados en un pequeño instante…»
Pero volvamos a lo que nos ha traído hasta aquí. Sabemos que el rayo del sol recorre cada día alguna de las cinco grandes partes en que está divido el retablo mayor. Pero es sólo este día tan señalado cuando se produce el fenómeno óptico que estamos documentando.
Los padres del monasterio, están acostumbrados a ver cómo en cada época del año el haz de luz, que proviene del óculo de la fachada, recorre los distintos cuadros que el pintor palentino, Pedro Berruguete, pintó sobre distintos episodios de la vida del Santo Tomás de Aquino.
Coincidiendo con el momento en que se produce el equinoccio de otoño, la luz solar llega hasta el cuerpo superior del retablo, deteniéndose en el doselete*. Hecho que da más esplendor, si cabe, a esta magnífica obra. Al cabo de unos pocos segundos, la luz del sol desaparece por completo dejando al observador —como fue en mi caso— con la boca abierta por el efecto óptico que se produce. ¡Es como si apagasen de repente la luz de la iglesia!
*doselete: pequeño dosel tallado en madera, enriquecido con pináculos y agujas. Está colocado sobre la pintura del santo, coronando así su figura. (Gracias, David, por tu aportación).
Y esto es todo. Dejo a continuación una relación de sitios de internet donde hemos consultado algunos aspectos para escribir este artículo. Nos encantará leer en los Comentarios si habéis presenciado alguna vez este fenómeno.
¡Se repetirá en el equinoccio de primavera, pero ya en el próximo año 2026!
Fuentes consultadas:

👍
Me gustaMe gusta
Un aňo más hemos podido disfrutar de un fenómeno astrològico único en estas latitudes, en el marco incomparable del Monasterio de Santo Tomás. Una joya del gótico. Gracias por tanto disfrute. Carmen y Manolo
Me gustaMe gusta
Un placer haberos tenido en nuestra ciudad y que hayáis disfrutado de un momento único. Gracias por vuestro comentario.
Me gustaMe gusta
Un acontecimiento curioso, efímero, bello, en un entorno cargado de historia, arte y espiritualidad.
Todos los días, a las 19.30, hay misa en el Monasterio, y aunque el recorrido de la luz solar sobre el retablo no sea exactamente igual que el que disfrutamos en el equinoccio de otoño, estos días será parecido.
Gracias Javier por tus textos.
Me gustaMe gusta
Muy de acuerdo con tu comentario. Me encantó compartir contigo (y con todos los que asistieron) estos momentos tan llenos de espiritualidad. Gracias, Miguel, por tus bellas palabras.
Me gustaMe gusta
Las fotos con el haz de luz sobre el retablo ilustran perfectamente el texto. Es un auténtico placer aprender leyendo estas píldoras que tienen el tamaño justo.
Me gustaMe gusta
Intento elegir una extensión de texto que no desanime a su lectura, pero que explique bien lo que quiero contar. Tarea difícil para mí. Muchas gracias, Paco, por tu comentario.
Me gustaMe gusta
Realmente fue un momento mágico!!
Me sorprende que sea un fenómeno tan desconocido para los abulenses a juzgar por el escaso número de personas que acudieron a verlo, por eso me parece muy interesante la labor divulgativa que realizas a través del blog
Gracias por el artículo Javier
Me gustaMe gusta
Este año nos hemos juntado allí 9 personas para verlo. Eso sí que ayuda a divulgar este y otros eventos de nuestra ciudad. Un placer la compañía ¡y el comentario!
Gracias Raquel.
Me gustaMe gusta
Muy interesante. Una joya poco conocida de Ávila
Me gustaMe gusta
Ya se ha comentado. Algo espectacular, que ocurre en épocas puntuales del año y que aún no es muy conocido. ¡El monasterio tiene unos cuantos años! Gracias José Ramón por tu aportación. 😜
Me gustaMe gusta