Casasola (Ávila) – diciembre 2025

“Cow_bikers abulenses en estado puro”.

Distancia: 40,10 km | Ascenso: 458 m | Tiempo: 3 h 07 min

Track: Ávila – La Colilla – término de La Serrada – término de Muñopepe – Casasola – término de Sanchorreja – Cañada Real Soriana Occidental (AV-110) – Martiherrero – Dehesa de San Mateo – Ávila.

Fotos de la ruta: Javier Hernández.

Diciembre 2025. Os contaré una historia empezando por el final. Termino ahora de lavar la bici, después de una ruta de 40 km y 3 horas de duración. Los protagonistas: Cañadas y León 76 años, Miguel 67 años, David 70 años ( Javier 64 años). Ya os adelanto que ¡estos señores ESTÁN LOCOS DE ATAR!

Es la segunda vez que me uno a esta grupeta de ciclistas con una gran experiencia. Vienen todos del ciclismo de montaña —con las MTB clásicas— y que en 2022 adoptaron las eBike como modo de seguir haciendo lo que tanto disfrutan: quedar un par de veces a la semana para hacer tres horas de bici. El recorrido es lo que van improvisando a medida que van llegando a los sitios.

Como últimamente nos hemos incorporado unos cuantos participantes de #CiclismoFácil Ávila, hacen todo lo posible por enseñarnos sitios nuevos. Incluso sensaciones nuevas, por ejemplo llevándonos hacia los nubarrones más oscuros que nos acechan con darnos una chaparrada.

—Sería la primera vez que una nube negra descargarse agua en Ávila, jajaja —suelta David con la seguridad que le da el llevar tantos días y tantas horas pedaleando por los caminos de nuestra provincia. ¿Están locos o no? Pues eso.

Le ponen tanto empeño en enseñarnos caminos nuevos, o trochas que no hayamos recorrido, que van cambiando constantemente los diferentes destinos. Que si subimos a la antena, que si vamos a Los Castillejos, que si… Total, que de repente ves como la pista tranquila que ibas recorriendo se convierte en un prado lleno de pasto por donde tienes que buscar indicios de alguna rodada.

Claro, ellos ya han pasado por aquí muchas veces y saben hasta dónde están las porteras para salir a la carretera. Pero los que no hemos frecuentado estos lugares vamos un poco con el pecho encogido pensando en si tendremos suficiente batería para seguirles, si ese obús de la cámara, que dijiste hace semanas que lo ibas a cambiar, hoy aguantará porque ha comenzado a dejar escapar aire de la rueda trasera, que si… ¡¿Dónde van estos insensatos?!

Nosotros somos de llevar el track estudiado y en los dispositivos GPS de nuestras bicicletas. Tratamos de ajustarnos a lo que en un principio hemos decidido que íbamos a hacer. Incluso hemos dicho en casa hacia dónde vamos, no sea que nos tengan que venir a rescatar por alguna avería inesperada.

Estos Cow_bikers no. Que si tira por allí, que si mejor por allá, que si hay que meter una trocha que haga más divertido el paseo… Lo bueno es cuando llega algún punto más serio y la experiencia de León, quizás el mayor de todos, nos dice —Mejor decir que de aquí salió un cobarde que decir que aquí murió un valiente.

Y de repente todo cobra sentido cuando llegas a la carretera, después de deambular por trochas que la vegetación ha invadido, y ruedas durante cinco kilómetros cuesta abajo y dejando que se vaya quedando todo el barro de la bicicleta en el rugoso asfalto. ¡Buf, menos mal…!

Con la bici lavada y engrasada, el obús cambiado para regular bien la presión de la rueda trasera (de paso también reviso la delantera), las pastillas delanteras pedidas al Decathlon para ponerlas nuevas y la batería cargando para tenerla al cien por cien, estoy deseando leer en Telegram la llamada para la siguiente salida.

Algo tienen estos chicos que te engancha. Quieren aprovechar el momento actual. Seguir con una de sus aficiones favoritas, sin restar tiempo a sus familias —el que menos debe terner tres o cuatro nietos—. Están todo el rato vigilando si vamos bien, si disfrutamos, que aprendamos caminos nuevos… ¡ que salgamos de nuestra zona de confort !

Y vaya si lo han conseguido. Nuestras salidas no bajan de los cuarenta kilómetros, un mínimo de tres horas de duración y un desnivel positivo por encima de los cuatrocientos metros. Así es que sí, queremos que nos sigáis asombrando con vuestro espíritu deportivo. Pero que estáis como las cabras eso es una realidad. ¡Y NOS ENCANTAAA…! 🙂

¡Hasta la próxima cicloruta!