Distancia: 12,84 km | Desnivel acumulado: 1.137 m | Tiempo: 5 h 04 min
Track: El Espinar – Prados de la Vieja – Vereda de Santa Quiteria – El Boquerón – El Recodo – Solana de Varondillo – VG Cabeza Renales – Cerca Viruela – Los Cerrillos – La Quebrada – El Espinar.
Álbum de fotos de la ruta: Javier Hernández y colaboraciones.

Septiembre 2022. Subida al VG Cabeza Renales. Ruta organizada bajo la inscripción del Club Nosolocuerda por tierras segovianas. Con salida en El Espinar, a las nueve de la mañana, remontando el Arroyo del Boquerón para realizar un recorrido estimado de trece kilómetros.
Agradecemos desde aquí a Antonio (K2) del grupo Los K2 de las Kumbres, por las indicaciones que ha dejado en Wikiloc, de donde hemos obtenido el track para esta ruta.
Entre El Recodo y Los Tientos hay una finca que tiene la particularidad de que limita con tres provincias: Segovia, Ávila y Madrid. Y así lo han querido dar a conocer sus propietarios instalando sobre el coto una estructura de hierro triangular con los nombres de dichas provincias.
Como la mayoría de participantes de esta ruta eran de procedencia madrileña, no nos quedó más remedio que fotografiarnos en «su provincia». ¡A ver si la próxima vez ganamos los de Ávila! 🙂
La cumbre del día estaba en la cota 1.757 m, correspondiente a la altura del vértice geodésico Cabeza Renales. Leemos en la información del IGN que pertenece a la localidad del El Espinar y se construyó en junio de 1974.
Recomiendan en su página, llegar hasta este punto desde Peguerinos, pasando por la finca Dehesa de Cepeda y después cerca del vértice geodésico Llanillo, de 1.582 msnm. El camino desde aquí es difícil, incluso para un vehículo todo terreno.
La bajada fue lo más complicado del recorrido. Aunque ya lo advertían los que habían realizado esta ruta, confiábamos con dar con la vereda correcta. No. No hay vereda, ni trocha, ni nada.
La vegetación ha recuperado su territorio (por aquí no hay ganado suelto) y ocupa el lugar que alguna vez le arrebató el tránsito de caminantes. Hierba muy alta y grupos de zarzas bien enraizadas nos hicieron extremar las precauciones, para caminar bajando durante un kilómetro, hasta que dimos con un camino bien marcado y despejado.
Pero es la salsa de la aventura. Que si no hay ningún percance (que no lo hubo, por fortuna) después es de las cosas que más se recuerdan. O por lo menos las que más se comentan: ¡Buf, no veas por dónde nos bajaron….!
Gracias Manolo, Maricarmen, Maite, Miguel, María Luisa, Antonio y Víctor. Fue un placer caminar junto a vosotros. Es el principal motivo por el que nos gusta organizar estas salidas de #SenderismoFácil. Aunque hubieran «ratitos» que seguro os dieron ganas de decirle un par de cositas al oído al responsable de este recorrido.
¡Hasta la próxima ruta!